Las chapas de acero laminadas en frío se procesan mediante el proceso de laminación en frío y suelen tener una gran resistencia y un buen acabado superficial. Se laminan mediante tren de laminación a temperatura normal y pueden mejorar eficazmente las propiedades mecánicas del acero.
La chapa de acero laminada en frío tiene las siguientes propiedades:
Superficie lisa: La chapa de acero laminada en frío tiene una superficie lisa y un aspecto hermoso, que es adecuado para aplicaciones que requieren una buena calidad superficial.
Alta precisión: Debido a la deformación plástica del material durante el proceso de laminación en frío, la precisión del espesor y la precisión dimensional de la chapa de acero laminada en frío son altas.
Alta resistencia: Las chapas de acero laminadas en frío se deforman por el frío durante su procesamiento y suelen tener mayor resistencia y dureza que las chapas de acero laminadas en caliente.
Buena tenacidad: Aunque la resistencia es alta, la placa sigue teniendo cierta tenacidad y es adecuada para soportar cargas de impacto.
Fácil de procesar: las chapas de acero laminado en frío se pueden soldar, estampar, doblar y otros procesos posteriores, para satisfacer una gran variedad de necesidades industriales.
Resistencia a la corrosión: La superficie de la chapa de acero suele tratarse con antioxidantes, y algunas variedades pueden mejorar la resistencia a la corrosión.
Resistencia a la fatiga: Las chapas de acero laminadas en frío suelen tener una elevada resistencia a la fatiga y son adecuadas para aplicaciones que requieren durabilidad.
Tabla de especificaciones comunes de la chapa de acero laminada en frío: